Washington D.C., 19 de junio 2020.- 

La muerte por asfixia de George Floyd marca un antes y un después en la historia de la lucha contra el racismo en los Estados Unidos. Floyd murió el 25 de mayo de 2020 asfixiado bajo el peso del oficial de policía, Derek Chauvin. Con las manos esposadas y acostado sobre el asfalto, Chauvin mantuvo su rodilla apretando el cuello de una persona inocente durante casi nueve minutos. No le importaron los gritos de ayuda de Floyd quien imploraba que no puede respirar. El hecho fue grabado por un teléfono celular y de inmediato inundó las redes sociales y con ello la indignación de la población. 

La organización Mapping Police Violence reporta la muerte de 1098 personas a manos de la policía en 2019. El 99 % de los casos están en la impunidad debido a las leyes y acuerdo de los sindicatos que protegen a los uniformados en cada uno de los estados.

La asfixia de George Floyd encendió la indignación colectiva y durante más de 10 días la ciudadanía protagonizó protestas en  700 ciudades del país, en los 50 estados de la unión. Si bien, la mayoría de las manifestaciones fueron de carácter pacífico, en varias ciudades hubo vandalismos y saqueos o escenas de violencia iniciadas por la propia policía al dispersar por la fuerza a los manifestantes o imponer el toque de queda decretado en muchas localidades.

La prensa y el periodismo ciudadano jugaron un rol fundamental durante estas manifestaciones. Pero en esta ocasión, portar una identificación de prensa, tener una cámara o estar en transmisión en vivo no fueron razones suficientes para que la policía o la guardia nacional respetaran el trabajo de los medios de comunicación. Es más, hay decenas de evidencias de agresiones directas y deliberadas contra periodistas, fotógrafos y camarógrafos quienes mostraban claramente sus identificaciones y dejaron saber a la autoridad que estaban trabajando. 

The US Press Freedom Tracker organización que monitorea las violaciones contra la libertad de prensa en los Estados Unidos registró 430 incidentes entre el 26 de mayo y el 17 de junio de 2020. Un total de 57 daños de equipos, 59 detenciones arbitrarias y 268 agresiones (92 ataques físicos, 54 ataques con bomba lacrimógena, 32 con gas pimienta y 90 con balas de goma u otros proyectiles). En 149 casos fue la policía quien agredió a los periodistas. 

Fundamedios levantó una lista de incidentes que vivieron más de 25 periodistas de origen latino que trabajan en los Estados Unidos. 14 fueron agredidos físicamente por agentes policiales y 8 detenidos arbitrariamente. 8 de los periodistas son mujeres. De manera adicional hay que señalar que en muchas ocasiones los comunicadores fueron intimidados y amenazados para dejar de realizar su trabajo. Hemos registrado 3 incidentes específicos sobre este tema.

La primera detención arbitraria contra miembros de prensa, fue la del equipo de periodistas de CNN, conformado por el reportero Omar Jiménez, el camarógrafo Leonel Méndez y el productor Bill Kirkos en, Minneapolis, en el estado de Minnesota el 29 de mayo. El canal transmitió en vivo la detención del periodista y luego la cámara puesta en el suelo captó el arresto de los otros dos miembros del equipo.  Jiménez es un periodista  afroamericano y de origen colombiano. Llama la atención que en el mismo sitio y hora se encontraba otro equipo de CNN encabezado por un periodista blanco, a quien la policía no impidió realizar su trabajo.

Esa misma noche en Minneapolis, epicentro de las protestas, fue arrestado el fotoperiodistas Tom Avilés de la cadena WCCO, filial de CBS. Pese a haberse identificado como prensa desde el principio, fue impactado por balas de goma mientras grababa como la policía dispersaba a los manifestantes. En el video se escucha claramente como Avilés preguntó a los agentes hacia donde quieren que él se movilice, también se lo escucha identificando el vehículo de la estación de televisión para la que trabaja. Nada de ello evitó que los policías los esposaron y detuvieran por varias dos horas.  

Otra flagrante violación a la Primera Enmienda fue la detención del periodista multimedia de origen mexicano Gustavo Martínez Contreras, de Asbury Park Press, en el estado de Nueva Jersey. La noche del 1 de junio se encontraba grabado el violento arresto de dos menores de edad, cuando un policía gritó “él es el problema”. Pese a tener su credencial de prensa emitida por la Policía de Nueva Jersey visiblemente colgada de su cuello, un agente de policía lo agredió de manera violenta. De un golpe le quitó el teléfono celular de la mano para que dejara de grabar y lo tumbó en el asfalto para esposarlo. Junto a los dos jóvenes manifestantes fue trasladado en una van al Departamento de la Policía de Belmar. Allí, Martínez Contreras fue interrogado si conocía al grupo Antifa, si pertenecía al grupo o si había visto a miembros de Antifa en las protestas. El presidente Donald Trump ha culpado en reiteradas ocasiones al grupo anti fascista de ser quienes están detrás de las protestas. El periodista fue liberado al cabo de 5 horas.

El el estado de California las detenciones de los periodistas duraron el tiempo que la policía requirió para verificar su identidad y sus credenciales. Leonardo Castañeda, reportero de negocios de Mercury News se encontraba reportando en la ciudad de San Francisco, el 31 de mayo cuando la policía exigió a los manifestantes retirarse del sitio. Junto a un grupo de 30 personas fue detenido hacia las 10 pm. Castañeda asegura que explicó al policía que era periodista, pero permaneció con las manos atadas a la espalda durante 20 minutos hasta que el oficial superior inspeccionó su mochila, revisó su credencial y lo dejó el libertad.

https://twitter.com/LeoMCastaneda/status/1267328644218683392?s=20

El periodista independiente Aroon Cantu fue arrestado de manera similar en el centro de  Los Ángeles, California. Cantú asegura que al ser arrestado explicó que era de la prensa, pero que la policía no lo escuchó en lo absoluto. El se encontraba en la manifestación junto a otra colega, quien no fue detenida y logró abogar por su liberación enseñando las publicaciones del periodista en Internet.  Tras permanecer cerca de 20 minutos girado hacia una pared fue liberado.

En la ciudad de Miami, el 31 de mayo fue detenido el periodista independiente Joel Fernández por desobedecer el toque de queda, cuando la prensa claramente estaba autorizada para seguir realizando su trabajo. 

La periodista multimedia Samanta Helou-Hernandez, fue detenida en Los Ángeles el martes 2 de junio. Ella fue llevada a la Comisaría de Policía y debió mostrar sus artículos y reportajes publicados para ser liberada.

En total, durante las manifestaciones contra el racismo en Estados Unidos fueron 58 los trabajadores de prensa detenidos y más de 208 sufrieron agresiones de diversa consideración. 14 fueron los casos de periodistas hispanos que fueron golpeados,  recibieron los impactos de balas de goma, rociados con gas pimienta o contra quienes se disparó directamente gases lacrimógenos, pese a estar claramente separados de los manifestantes, identificados y portando equipos como sus cámaras de video o de fotografía.

Entre los agredidos en Minnesota el 30 de mayo está camarógrafo Julio César Chávez de Reuters. El departamento de comunicación de Reuters emitió el siguiente comunicado respecto a los hechos que ocurridos con su equipo 

“Las imágenes tomadas por el camarógrafo de Reuters Julio-César Chávez muestran a oficiales de policía usando balas de goma, spray de pimienta y gas lacrimógeno para dispersar a unos 500 manifestantes en el suroeste de la ciudad poco después del toque de queda de las 8 p.m. Un oficial de policía que Chávez estaba filmando se da la vuelta y le apunta con el rifle de balas de goma. Minutos después, Chávez fue alcanzado por las balas de goma, poniéndose a cubierto en una gasolinera cercana. Chávez fue golpeado en la nuca y en su brazo izquierdo.” 

El equipo de Telemundo en Washington, conformado por la directora de la oficina de D.C., Lori Montenegro, la corresponsal, Cristina Londoño y el camarógrafo Edwin López se encontraban en el parque Lafayette de Washington D.C. la tarde del 1 de junio a las 6:30 pm, media hora antes de que entre en vigencia el toque de queda. Estaban a punto de salir en vivo con la cobertura de la manifestación pacífica frente a la Casa Blanca cuando el grupo fue dispersado con el uso de gas lacrimógeno, gas pimienta y uso de la fuerza  para el paso del presidente Donald Trump hacia la iglesia Saint John para posar para una fotografía con una biblia en mano. 

Cristina Londoño asegura que durante toda su vida profesional cubriendo múltiples protestas en Estados Unidos y otros países, nunca experimentó que la prensa era un objetivo sobre el cual disparaba la policía. Evidencia de ello fue que las tres personas del equipo de Telemundo resultaron con heridas, ella con un impacto en el brazo, Lori Montenegro en la espalda, mientras que el camarógrafo sufrió 3 impactos uno en la espalda, uno en el hombro y otro en el torso.

La extrema violencia utilizada ese día en la capital de los Estados Unidos contra la prensa quedó registrada por la cadena ABC que grabó el momento en que un Policía antimotines golpeó violentamente contra el estómago a un camarógrafo australiano Tim Myers quien estaba apoyado contra una verja del parque. La periodista del equipo recibió un golpe en la cabeza Amelia Brace.

En la costa oeste en  Las Vegas,  estado de Nevada,  los reporteros de Univisión Alexander Zapata y Fernando Rentería  recibieron impactos de balas de goma en sus brazos y genitales mientras cubrían la detención de una manifestante por la Policía. El hecho ocurrió el 1 de junio mientras transmitían en vivo. Su cámara y el micrófono con logotipos de la estación los identificaban claramente como prensa. 

También a reportera de Primer Impacto, Paula Rosado fue agredida mientras  transmitía en vivo mediante Facebook desde Santa Mónica, California, cuando una bala de goma impactó en su pierna. El video difundido en redes sociales registró los gritos de la reportera, quien se apoya inmediatamente en su camarógrafo. La reportera debió ser atendida en un hospital por la contusión en su pierna.

 

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de manos de la policía.

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Adolfo Guzmán López de la estación de radio KPCC, recibió un impacto de bala de goma en el cuello el día 31 de mayo a las 6:30 pm en, Long Beach, California. El periodista radial había terminado una entrevista a uno de los manifestantes cuando sintió el impacto de la bala de goma en su cuello. El dolor lo obligó a retirarse del lugar y dejar de reportear. 

En el mismo estado fue agredido el fotógrafo de Los Angeles Times, Luis Sinco, quien reportó además daños  su equipo de trabajo.

El periodista Roberto Roldán, de VPN PBS Radio en Richmond, Virginia denunció que pese a mostrar su credencial de prensa emitida directamente por el estado de Virginia, un policía lo roció a él y a su colega camarógrafo con gas pimienta, el 31 de mayo.

La periodista multimedia de FuturoMedia origen argentino  Julieta Mendieta en una entrevista con Fundamedios denunció que ella, al igual que muchos colegas periodistas en Atlanta quedaron atrapados en una calle que fue bloqueada por ambos extremos por la policía para presionar a los manifestantes. Pese al pedido de los comunicadores para poder salir del medio, los agentes no lo autorizaron y rociaron con gases a la prensa y los empujaron con los batones. Sucedió el 5 de junio en el estado de Georgia.

Aunque ella no se identifica perdioista hispana, es fundamental hacer mención tambien al caso más grave de lesiones sufridas por un miembro de la prensa durante las protestas contra el racismo generadas a partir del asesinato de Geroge Floyd. Se trata de la fotoperiodista y autora de libros Linda Tirado. Las últimas fotografías que tomó el día 30 de mayo fueron de policías apuntándole directamente a ella, cuando no había manifestantes a su lado. Durante la entrevista hecha a Linda Tirado en el programa Journalists Conversando de Fundamedios, la periodista asegura que “hay una decisión particular de un policía al apuntarle a un periodista en la cara, pero es aún más decidora cuando se le apunta a una fotógrafa en el ojo.” Linda Tirado de 38 años ha quedado ciega del ojo izquierdo, pero con una gran fortaleza asegura que por fortuna no le dispararon contra el derecho, que es con el ojo que enfoca y seguirá ejerciendo su trabajo. 

Fundamedios realizó un análisis a profundidad de estos hechos y lo discutió en el foro transmitido en vivo por sus redes sociales el día 16 de junio 2020 denominado ¿Por qué la violencia contra la prensa? 

Hemos insistido en que el discurso y la estigmatización de los líderes políticos lleva a agresiones contra la prensa. Las polarización ha cambiado el papel de los medios de comunicación de los observadores que históricamente fueron los periodistas a ser objeto de controversia y blanco de agresiones por parte de las autoridades, las fuerzas de seguridad y los elementos radicales de la sociedad. 

La Asociación de Libertades CIviles (ACLU) ha iniciado demandas colectivas a nombre de la prensa  contra varios estados exigiendo que las cortes pongan freno a las agresiones contra la prensa.  

Fundamedios reitera su condena a las agresiones contra la libertad de prensa y contra el derecho al acceso a la información y recuerda que bajo aún bajo estado de excepción y toques de queda, el trabajo de la prensa debe ser garantizado por el estado para poder informar de manera veraz y oportuna a la ciudadanía. Los hechos ocurridos en Estados Unidos entre mayo y junio de 2020 violan no solo la Primera Enmienda de la Constitución que garantiza la libertad de expresión y protege los derechos de la prensa, sino que además atenta contra los estándares internacionales en materia.

Acerca de FUNDAMEDIOS:

Fundamedios es una organización comprometida con la libertad de expresión, el monitoreo de las agresiones y riesgos que enfrentan los periodistas, así como la defensa de los derechos humanos en Latinoamérica desde 2007. En 2017 estableció una organización sin fines de lucro 501 c 3 y opera desde Washington D.C. para crear mayores lazos entre los periodistas de las Américas y enfocar su trabajo en la defensa de los derechos de los periodistas hispanos en los Estados Unidos. Fundamedios es una de las principales organizaciones de Voces del Sur, un colectivo que reporta el progreso sobre el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16.10 relativo a libertad de expresión. La red desarrolló estándares regionales para el monitoreo y alertas sobre la libertad de prensa  en 10 países. El reporte sombra ha sido revisado por la UNESCO en el Foro de Alto Nivel de ODS 16, en NY en julio 2019.  Para conocer más sobre FUNDAMEDIOS, visite su página web www.fundamedios.org.